lunes, junio 05, 2006

El caballo estaba dentro...

 

El día de la bienvenida al Instituto Pedagógico de Miranda, en mi primer contacto ya como miembro de la casa de estudios en la que me formo, recibí un díptico cuya historia hoy compartimos en la clase de Psicología de la Educación. Ahora lo comparto con ustedes.

 

   “Cuenta que un pequeño, vecino de un gran taller de escultura, entró un día en el estudio del escultor y vio en el un gigantesco bloque  de piedra. Y que, dos meses después, al regresar, encontró en su lugar una preciosa estatua ecuestre. Y, volviéndose al escultor, le preguntó: ¿Y cómo sabías tú que dentro de aquel bloque había un caballo?

   La frase del pequeño era bastante más que una gracia infantil. Porque la verdad es que el caballo estaba, en realidad, ya dentro de aquel bloque. Y que la capacidad artística del escultor consistió precisamente en eso: en saber ver el caballo que había dentro, en irle quitando al bloque de piedra todo cuanto le sobraba. El escultor no trabajó añadiendo trozos de caballo al bloque de piedra, sino liberando a la piedra de todo lo que le impedía mostrar al caballo ideal que tenía en su interior. El artista supo ver dentro lo que nadie veía. Ese fue su arte.

   Pienso todo esto al comprender que con la educación de los humanos pasa algo muy parecido. ¿Han pensado ustedes alguna vez que la palabra educar viene del latín edúcere, que quiere decir exactamente: sacar de dentro, ¿Han pensado que la verdadera genialidad del educador no consiste en añadirle al niño las cosas que le faltan, sino en descubrir lo que cada pequeño tiene ya dentro al nacer y saber sacarlo a la luz?

   …Su hijo no debe parecerse a nadie, su hijo debe ser ante todo fiel a sí mismo. Tiene que realizarse a sí mismo y realizarse al máximo. Tiene que sacar de dentro de su alma la persona que ya es, lo mismo que  del bloque de piedra sale el caballo ideal que siempre había.

   Ser hombre no es copiar nada de fuera. No es ir añadiendo virtudes que son magníficas pero que tal vez son de otros. Ser hombre es llevar a su límite todas las infinitas posibilidades de cada humano lleva dentro de sí. El educador no trabaja como pintor, añadiendo colores o formas. Trabaja como el escultor: quitando todos los trozos sobrantes del bloque de la vida y que impiden al hombre mostrar su alma entera tal y como ella es.”

 

   Es mucho lo que podemos sacar de aquí para la práctica educativa, en todos los campos incluyendo la educación musical. Educar definitivamente también es un arte.

 

4 comentarios:

La mae nairo dijo...

Woooooooowwwwwwo...

Como se ve que somos docentes que entiendo la maravilla de post que acabas de escribir...

Me encantó esto: ¿Han pensado que la verdadera genialidad del educador no consiste en añadirle al niño las cosas que le faltan, sino en descubrir lo que cada pequeño tiene ya dentro al nacer y saber sacarlo a la luz?

Eso lo hago todos los dias con mis 23 hijos y sin darse cuenta eso mismo hago con cada uno de mis alumnos del blogs, cuando escribo un post y saco a relucir lo que cada uno lleva por dentro..y eso va para ti también por ser mi alumno....

Hermoso post de verdad y dichoso tus hijos si tienes, de tener tan excelente padre...

Besos y abrazos desde el otro salon...

nelsoncisneros dijo...

Me gustó mucho tu escrito de hoy el cual enseña mucho y deja sobre todo un gran mensaje.

Las raíces tan grandes que suelen ser, salen siempre de una semilla que por lo general es muy pequeña.

Cada quien lleva sus propias raíces muy entro de si, solo basta alimentarlas y regalas para que las mismas crezcan y se extiendan.

Te felicito sinceramente.

Nelson

produceideas dijo...

Hola, me ha dado gusto leerte en mi blog. Te lo agradezco. Más aún cuando al visitarte me encuentro con este post. Nada mejor que la parsimonia del relato que compartes con nosotros. Te invito a que sigamos leyéndonos.
Un abrazo desde Chile.

Mariana Bellydancer dijo...

¡Bellísimo!

Estoy absolutamente de acuerdo con lo que colocaste en tu post... definitivamente eso es lo lindo de quienes decidimos dedicarnos a enseñar... no soy educadora de profesión, pero soy psicóloga y profe de danza y en ambos espacios trato de esculpir y "sacar de adentro" lo mejor de las personas.

¡¡Simplemente bellísimo!!

Mariana Bellydancer.