jueves, abril 05, 2007

Mare-mare: Patrimonio cultural de los indios Kariña

La etnia Kariña (o Cariña) tenía una población, según el censo indígena de 1992, de unas 11.141 personas. Hablan la lengua Kariña (tronco ligüístico caribe) y se ubica mayoritariamente en la mesa de Guanipa, estado Anzoátegui, aunque hay núcleos al norte y al sur del Orinoco, en Bolívar, Monagas y Sucre (Venezuela).
Su estructura social está basada en la familia extendida, formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, más los maridos de éstas y sus respectivos hijos.
En el pasado, vivían en chozas comunales; en la actualidad viven como los campesinos, en pequeñas casas de paredes de adobe y techo de palma de moriche o zinc.
Cada aldea o comunidad es autónoma y destaca la figura del dopooto o "gobernador", cuyo liderazgo se basa en su prestigio personal, en sus dotes persuasivas y en lo numeroso de su parentesco; sus decisiones no son impuestas sino fruto de la consulta y del consenso.
Los caribes, antepasados directos de los Kariña, fueron un pueblo de navegantes aguerridos que expandió su territorio al Mar Caribe y a sus islas. Tras la llegada de los europeos hicieron gran resistencia a la conquista. Actualmente muchos han emigrado a las grandes ciudades como El Tigre y Ciudad Bolívar pero se esfuerzan por conservar su lengua y tradiciones.
Su principal actividad económica es la producción de yuca, ají dulce, maíz y sorgo, además de la ganadería, la caza y en menor escala, la pesca. Muchos de ellos trabajan también para las industrias petroleras instaladas en la región.
En cuanto a su cultura y religión se ha de considerar el mare-mare, que es un baile festivo. El Akaatompo -día de los muertos- es la festividad más importante de los kariña, se celebra el 1 y 2 de noviembre. Los Kariña tienen un dios, un espíritu llamado Capuano, "El Señor de Todo". Creen también en la religión católica, pero no mayoritariamente.

Fuente:El Nacional, 22 de Marzo de 2007.




Mucho se ha escrito acerca de este interesante tema de nuestro folklore. Hay investigadores que lo han considerado propio de los indios caribes, otros de la nación guarao; pero de todas maneras esta danza tiene mucho arraigo en los estados Monagas, Sucre, Anzoátegui, oriente del Guárico y Delta Amacuro, en donde se canta con una serie de estrofas que aluden al personaje, siendo la más común de ellas aquella que dice que su muerte fue por la Angostura. El Maremare es un espectáculo muy vistoso. En las fiestas patronales de algunos pueblos lo bailan por las calles los criollos con atuendo de indios.
Según la leyenda, cuentan que el cacique Mare Mare, que estaba ya muy viejo y enfermo, debió partir hacia el sur y murió en el camino. Lo enterraron apresuradamente, sin poderle rendir el homenaje que se merecía. Como desagravio, cada año su pueblo hacía una peregrinación al lugar donde lo habían enterrado, cantaban, bailaban y recordaban su vida.
Así nació el Mare Mare, de una gran vitalidad, que se baila y se canta en todas las fiestas Kariñas y que se ha convertido en el elemento fundamental de su identidad. Es un baile colectivo, grupal, para estrechar las relaciones del grupo. El canto es monótono y grave, y se baila en círculo o rueda.
Para los Kariña, tiene tanta importancia el baile que los héroes celestiales crearon el mundo con el poder de la danza, y toda la tierra es la obra mágica de los primeros bailarines. La propia existencia de los seres humanos es el resultado del baile antiguo. Por eso, bailar es asegurar la continuación de la existencia.
Parece ser que en sus comienzos el Mare-Mare era un simple canto. Luego le introdujeron instrumentos de viento como la flauta o pitos, y el tambor Kariña (pequeño y de cuero de venado o chivo). Más recientemente se le incorporó el cuatro y hasta guitarras y bandolinas.

Fuente:Fundena



domingo, marzo 04, 2007

Cuando la música no es bienvenida en clase.


Recientemente supe de la noticia de un profesor de Filadelfia que le quitó a uno de sus estudiantes un ipod durante la clase. Como respuesta, el joven y otro compañero, empujaron al profesor contra un armario, le golpearon la cabeza y fracturaron dos huesos. El profesor en cuestión goza de popularidad y aceptación entre los estudiantes del colegio, lo que hace suponer que debieron agotar su paciencia como para que decomisara el ipod. La Mestra María el mes pasado, como una premonición, lanzaba algunas preguntas al aire...
¿Qué debe ir a la escuela y qué no debe ir a la escuela? ¿Es conveniente el uso del celular en el aula? ¿Qué medidas tendrían que implementarse para su uso? ¿Será necesario actualizar el “Manual de Carreño” para adaptarse a los cambios que se han operado? ¿Acaso la escuela no es el lugar ideal para la socialización? ¿Escuchar música en un ipod, aísla al estudiante y le impide la comunicación con los otros? ¿Puede ser utilizado como un recurso para el aprendizaje? ¿Es la ostentación la causa por la que el joven lleva estos implementos al aula? ¿A qué se expone el joven que hace uso inadecuado de estos elementos? ¿Tendría que crear la escuela un espacio para el resguardo de elementos de la tecnología de uso particular? ¿Qué tipo de valores habría que fomentar para viabilizar el uso de estos aparatos en el aula? ¿Ayudará en la comunicación con los niños y jóvenes que el docente maneje apropiadamente y disponga a su vez de los mismos? ¿Se pueden generar proyectos donde el uso de cámaras, celulares, ipod, pen drivers, computadoras personales, entre otros, sea necesario?
Xor le dió muy buenas respuestas a las interrogantes, y no puedo más que estar de acuerdo. Todo tiene su momento y su lugar, no todo puede ser música. El momento de la clase es el momento de clase, el del ipod será el del ipod. ¿Podemos integrar las nuevas tencologías a los proyectos de aula? Por supuesto, como también debemos intregrar los valores, y ambos no pueden chocar. No voy a escribir sobre los beneficios de la música y lo que resulta al integrarla a lo que manejamos en clase, pero no podemos dejar que se nos escape de las manos y tengamos en nuestras escuelas casos como el del profesor agredido.
Sí, es necesario actualizarse, pero no podemos echar a un lado los valores. Estamos llamados a reafirmar la vigencia del respeto y convivencia en la era de los avances tecnológicos, y no permitir que lleguen a ser antagónicos. Podemos bien incorporar las nuevas tecnologías en el proceso educativo, pero también debemos prestar atención a lo que transmite la música que se escucha, las imágenes que se muestran, los contenidos que se almacenan, por parte de la juventud de ahora en estos aparatos, cuyo manejo inadecuado llega a interferir en clase y en muchas otras actividades sociales. Esto y más es lo que ocurre cuando tenemos padres más preocupados en ser "panas" que en ser padres.

martes, febrero 27, 2007

Educación Musical en Venezuela, un año después...


Hace un año, el lunes 27 de Febrero de 2006, publiqué mi primer post en la versión 1.0 de Educación Musical en Venezuela, en los blogs de la Cadena Global. (Ojalá alguno de ellos me lea, seguro ni siquiera saben que trabajo en La Cadena).
Y así comenzó éste viaje, que me ha dado muchas satisfacciones, me ha permitido hacer amigos, intercambiar ideas y crecer profesionalmente.
Gracias a quienes visitan regularmente mi blog, a quienes comentan y a los que no, a los que me han ayudado a hacerlo con sus aportes y críticas, a los que me escriben al correo, a mis profesores, los compañeros de la especialidad, de la universidad, a mi hermanita que es la única en casa que lo ha leido, a mi jefe y amigo Felipe por su apoyo, a Marielba por su fidelidad y ánimo, a todos mis colegas de la blogósfera venezolana y educativa...a todos mil gracias por ésta oportunidad...

Y hoy, un año después, reafirmo lo que este lugar es y lo que quiere ser: Una ventana para tratar temas sobre la educación musical en Venezuela, la practica educativa, formación docente, enseñanza - aprendizaje musical y en fin, todo lo que podamos compartir dentro y fuera del aula.