miércoles, julio 05, 2006

Pertinencia de la música en las fiestas infantiles


Se acercan las fechas en que cada escuela organiza las fiestas infantiles de fin de año. En las fiestas hay música. En la música, pues hay de todo. Pero que todo lo que tenga la música sea bueno, pues depende de nosotros, quienes seleccionamos la música. Indiscutiblemente los tiempos han cambiado, y ya no es frecuente escuchar en las fiestas de la escuela aquellas canciones de "Alé limón", "Arroz con leche","La Srta. Rosa", "Los Pollitos",y otras por el estilo, que escuchábamos cuando pequeños. Hay nuevos géneros, nuevos estilos, nuevos cantantes...pero hay que resaltar que no ha perdido vigencia el género infantil y aún encontramos con artistas y agrupaciones que se dedican a la producción musical idónea para tan delicada etapa de la vida. Entonces ¿por qué en las escuelas y centros de educación inicial escuchamos música no apropiada para los niños? Nos dejamos llevar por la "Moda" (¿?), por el gusto de quien tiene el control del equipo de sonido, por las emociones del momento de fiesta...etc, no lo sé. Lo que quiero expresar es que hay ciertas canciones, ciertos géneros, que no son lo apropiado para que el docente lo coloque en las fiestas infantiles. En una fiesta infatil, por ejemplo, escuché que colocaron la canción Ella y Yo, cuya letra narra la historia de infidelidad en una pareja donde interviene el mejor amigo. Y otra que dice Muévete y Perrea... o Mi Cachorrita...los invito a echar un vistazo a las letras de éstas canciones a ver si es que es idea mía o se trata de una "´musica" no pertinente para fiestas infantiles. Por una parte, es consecuencia del deterioro de ciertos valores en el arte de la composición, en especial el valor de la belleza. Por otra, dejamos que se nos escape la responsabilidad que tenemos como docentes de dotar de ambientes y recursos apropiados para el adecuado desarrollo de niños y niñas, asunto que es válido hasta el último día de clases. Como padres, tenemos el derecho a que nuestros hijos e hijas disfruten de un sano ambiente musical escolar, incluyendo las fiestas. Como docentes, tenemos el deber de asegurar ese ambiente, y recordar que no sòlo la musica grabada es lo que anima a una fiesta; hay innumerables recursos que van desde juegos y danzas hasta música hecha por los propios estudiantes el día de la fiesta, y no caer en el aburrimiento. La infancia es una etapa de la vida que nunca pasa de moda. La música apropiada para ésta etapa tampoco debería pasar. Tal vez sea, como siempre digo, que "todo tiene su momento y su lugar"...

2 comentarios:

La mae nairo dijo...

Muy cierto cuando dices que la infancia es una etapa que nunca pasa de moda, de echo cuantos no se acuerdan del los pollitos y ale limon y la manzana se pasea, eso fue porque tuvieron maestros con vocacion de servicio que siempre mantuvieron esas tradicones en los niños. Pero hoy en su mayoria los docentes son de 15 y ultimo y estan pendiente de cobrar por tal razon no les importa lo que el niño aprenda al fin y al cabo ya crecera y el preescolar pasara, pero estan en un grave error ya que muchos si nos acordamos....

Bueno me desvie, lo cierto es que tambien eso se escucha en casa y los hermanos la bailan y uno no puede romper de una con eso...

Solo con dedicación, una educación de calidad y vocación de servicio podremos fomentar las tradiciones y costumbres de nuestro gentilicio...

Así se mantendrá ese recuerdo....

Besos y abrazos desde el salon de al lado

Unknown dijo...

Sin duda alguna un deber insolasyable de los centros educativos.
Creo que a los niños hay que dejarlos ser niños y que tienen derecho al igual que nosotros a disfrutar de las canciones infantiles (las de verdad verdad) ademas tenemos excelentes composiciones, serenata guanesa tiene una hermosisimas, ensamble gurrufio recien saco uno que no he tenido la oportunidad de oir pero no dudo que sea de excelente calidad¡¡¡ (y eso que no narraste el como niñas de escasos 3 o 4 años bailan esas canciones, ni como las visten sus madres.

Sin duda alguna las base de la escala de valores tambalea y no solo a ritmo de reggaton.
Cariños