I. Datos Biográficos Básicos del Protagonista
Alfredo Antonio García Escorche. 21 de julio de 1973,
Maracay estado Aragua.
2. ¿Cómo fueron sus primeros acercamientos a la música?
Mi padre se ha dedicado desde muy joven a la actividad musical
y la enseñanza, lo que me permitió crecer en un entorno musical, entre ensayos,
presentaciones y clases. En casa, además de estar entre instrumentos y estudio,
se escuchaba música grabada y en la radio todo el día todos los días. La música
formó parte habitual de mi vida desde siempre.
3. ¿Dónde y cómo adquirió su formación musical? ¿Fue un
proceso formal, autodidacta o más bien aprendido por tradición oral?
Al inicio mi formación musical fue mediante la observación,
imitación y autodidacta. Ya a los 25 años decidí asumir una formación musical
formal para consolidar mi proyección de hacer de la música una actividad
profesional.
4. ¿Hubo maestros o figuras que marcaron de manera especial
su desarrollo musical?
Sí, definitivamente. Paúl Rivas, en la iniciación de la teoría
musical. Ángel Merchán fue mi primer maestro de percusión integral. Marcelino
Aparicio, excelente guitarrista y cultor caraqueño. Francisco “Pancho” Puerta consolidó
mi formación teórica musical y ejecución del clarinete. Y el más influyente ha
sido mi padre, Jesús García.
5. A lo largo de su trayectoria, ¿cuáles considera que han
sido los momentos más importantes de su carrera? (por ejemplo: obras clave,
reconocimientos, colaboraciones o agrupaciones significativas).
El primer evento clave fue mi ingreso en la estudiantina de
la Escuela de Artes y Oficios “Francisco Linares Alcántara” que fue mi primera participación
musical, en 1985. Conformar la Banda Experimental “Antonio José de Sucre” en
Cagua bajo la dirección de Francisco Puerta, en 1998. Participar en los únicos
talleres de Guitarra por FUNDARTE con la Alcaldía de Caracas en 2003-2004. Mi
ingreso al Instituto Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez” en La
Urbina, Caracas, año 2005 hasta 2009 y compartir con grandes figuras de la
expresión y enseñanza musical caraqueña ha sido de las más significativas. Mi
ingreso como formador musical en El Sistema en 2023 y asumir la Dirección
Musical de la Orquesta Regional Juan Soublette en el Programa Alma Llanera
Aragua.
6. ¿Cuál es actualmente su principal actividad musical:
composición, docencia, dirección o interpretación?
Actualmente la docencia, y en segundo la dirección.
II. Contexto Musical: Estilo, Instrumento y Repertorio
7. ¿Qué géneros o formas musicales venezolanas ha abordado
con mayor frecuencia o que sienta más cercanas a su identidad artística
(joropo, vals, merengue, música navideña, etc.)?
Principalmente los valses, desde mi formación musical
temprana ha sido en género más abordado y con el que me siento más a gusto. En
segundo lugar las formas de Joropo, y también me atrae muchísimo la música
navideña, aunque por su naturaleza de temporada no la abordo todo el año como
los demás.
8. ¿Qué instrumentos son fundamentales en su música y qué lo
motivó a elegirlos o destacarlos?
Aunque mis inicios musicales fueron en la percusión, por un
asunto de necesidad, mi primer instrumento armónico – melódico fue la guitarra
y considero que es el que mejor domino. Sin embargo, he encontrado en el cuatro
venezolano la misma versatilidad, incluso con más versatilidad y sencillez. Por
eso tiendo a enfocarme más en la interpretación y participación del cuatro en
mis obras.
9. Desde su experiencia, ¿cuál considera que es el papel de
la música tradicional o académica venezolana en la sociedad actual?
Actualmente hay un resurgir de la academización de la música
venezolana, que ya había tenido un importante impulso en la obra de Aldemaro
Romero en la década  1960-70.
Coincido con Kodály en la importancia de tener al folklore como un pilar de la formación musical porque a la vez se fortalece la identidad nacional y se promueve el conocimiento de la historia, la geografía, las tradiciones, bailas y manifestaciones religiosas del país, que a la larga nos fortalece musical y culturalmente. A partir de ésta base, se puede integrar los fundamentos de la música académica universal y latinoamenricana como una forma de integración regional y ventana de intercambio al mundo: dándonos a conocer desde nuestras raíces musicales, las cuales debemos conocer muy bien.
III. Narración de la Experiencia: Contexto Social, Cultural
y Emocional
10. ¿Cómo fue la transmisión o el aprendizaje de la música en su entorno familiar o comunitario? ¿Podría compartir alguna anécdota significativa sobre ese proceso?
Afortunadamente crecí en un entorno musical propicio para desarrollar
una cultura musical bastante amplia, aunque mi padre no forzó en ningún momento
mi integración a la música al preferir que mis primeros pasos fueran por
iniciativa propia. Mi percepción sobre la figura de mi padre siempre fue
principalmente esa: mi padre, no mi “profesor de música” y por eso mi formación
formal fue un poco tardía, y decidí buscarla por fuera de casa.
Mi abuelo siempre estuvo en contra de la música como forma
de vida, y por eso llegó a poner obstáculos, en vano, para que mi papá no fuese
músico. La última vez que hablé con él yo tenía catorce años, me dijo con voz
enérgica: “Usted va a ir a la universidad y se va a graduar. No se va a poner
con esa loquera de la música como su papá”. Cuando me gradué en la universidad
me acordé de él: le dediqué mi título en Educación Musical. 
11. ¿De qué manera su música se relaciona con las
tradiciones o con la vida social de su comunidad o familia?
La principal manifestación musical de mi entorno musical
familiar y comunitario es la parranda central: no falta en ninguna Navidad.
Palo Negro tiene profundo arraigo en la parranda central, que ha sido
tradicionalmente una forma de expresar y compartir las costumbres y actividades
del pueblo, su historia, personajes, lugares emblemáticos, humor, anécdotas y
hasta protesta política. Aunque suena con más fuerza en las navidades, durante
todo el año se escucha y se ha impulsado su apreciación en las nuevas
generaciones, mediante iniciativas escolares.
12. A lo largo de su carrera, ¿hubo algún momento o
experiencia musical que haya sido especialmente transformadora o significativa
para usted, ya sea en lo personal o en lo colectivo?
Considero que dar el paso de músico popular a la formación
académica formal, al iniciarme en la teoría musical, la lectura y la armonía.
En lo personal fue un avance de nivel muy importante, y me ha dado más
herramientas tanto para mi crecimiento musical como para contribuir en la
formación musical colectiva y el preservar de las tradiciones.
IV. Reflexión Etnomusicológica
13. Finalmente, ¿cuál le gustaría que fuera su legado para
las nuevas generaciones de músicos venezolanos?
Mediante mi ejemplo de vida demostrar que nunca es tarde
para comenzar a aprender a ejecutar un instrumento, y que la música puede ser
una diversión, un pasatiempo, un hobby, una distracción, pero también puede una
profesión; una profesión tan seria y exigente como cualquier otra, una forma de
vida.
14. ¿Qué significa para usted ser músico en Venezuela hoy?
Un gran reto. Por la “situación país”, las artes no son bien
valoradas, especialmente porque se priorizan las actividades profesionales y
económicas que generen ingresos constantes, estables y que sean “serias”. No se
valora que la música provee disfrute y recreación, que para el ser humano es tan
valiosa como la alimentación, el descanso y la salud. Es un asunto de percepción
cultural, que ser músico no está bien valorado. Hay que tener mucha vocación,
entrega y convicción, mucha voluntad para luchar y vivir sus sueños. Pero
definitivamente sí, se pueden y vale la pena. De esa forma iremos cambiando esa
manera de ver la música, con nuestro ejemplo y los resultados de nuestro
trabajo. 
15. ¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieren
dedicarse a la música tradicional o académica venezolana?
La música venezolana es amplia, muy rica, muy diversa.
Puedes aprender muchísimo de cualquier músico, desde en que se sube en la
camioneta a compartir su arte, pasando por los músicos de las fiestas
populares, hasta los grandes conciertos en los mejores escenarios del
país.  Hay que estar abierto a cada
género, cada nota, cada instrumento, y aprender lo más que se pueda. No
infravalorar la oportunidad de cada experiencia musical: los grandes
conocimientos se esconden en las notas más sencillas.
