lunes, noviembre 03, 2025

Entrevista a Alfredo Garcia, por Moises Rodriguez

 

I. Datos Biográficos Básicos del Protagonista

 1.       Para comenzar, ¿podría contarnos su nombre completo, fecha y lugar de nacimiento?

Alfredo Antonio García Escorche. 21 de julio de 1973, Maracay estado Aragua.

2. ¿Cómo fueron sus primeros acercamientos a la música?

Mi padre se ha dedicado desde muy joven a la actividad musical y la enseñanza, lo que me permitió crecer en un entorno musical, entre ensayos, presentaciones y clases. En casa, además de estar entre instrumentos y estudio, se escuchaba música grabada y en la radio todo el día todos los días. La música formó parte habitual de mi vida desde siempre.

3. ¿Dónde y cómo adquirió su formación musical? ¿Fue un proceso formal, autodidacta o más bien aprendido por tradición oral?

Al inicio mi formación musical fue mediante la observación, imitación y autodidacta. Ya a los 25 años decidí asumir una formación musical formal para consolidar mi proyección de hacer de la música una actividad profesional.

4. ¿Hubo maestros o figuras que marcaron de manera especial su desarrollo musical?

Sí, definitivamente. Paúl Rivas, en la iniciación de la teoría musical. Ángel Merchán fue mi primer maestro de percusión integral. Marcelino Aparicio, excelente guitarrista y cultor caraqueño. Francisco “Pancho” Puerta consolidó mi formación teórica musical y ejecución del clarinete. Y el más influyente ha sido mi padre, Jesús García.

5. A lo largo de su trayectoria, ¿cuáles considera que han sido los momentos más importantes de su carrera? (por ejemplo: obras clave, reconocimientos, colaboraciones o agrupaciones significativas).

El primer evento clave fue mi ingreso en la estudiantina de la Escuela de Artes y Oficios “Francisco Linares Alcántara” que fue mi primera participación musical, en 1985. Conformar la Banda Experimental “Antonio José de Sucre” en Cagua bajo la dirección de Francisco Puerta, en 1998. Participar en los únicos talleres de Guitarra por FUNDARTE con la Alcaldía de Caracas en 2003-2004. Mi ingreso al Instituto Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez” en La Urbina, Caracas, año 2005 hasta 2009 y compartir con grandes figuras de la expresión y enseñanza musical caraqueña ha sido de las más significativas. Mi ingreso como formador musical en El Sistema en 2023 y asumir la Dirección Musical de la Orquesta Regional Juan Soublette en el Programa Alma Llanera Aragua.

6. ¿Cuál es actualmente su principal actividad musical: composición, docencia, dirección o interpretación?

Actualmente la docencia, y en segundo la dirección.

II. Contexto Musical: Estilo, Instrumento y Repertorio

 

7. ¿Qué géneros o formas musicales venezolanas ha abordado con mayor frecuencia o que sienta más cercanas a su identidad artística (joropo, vals, merengue, música navideña, etc.)?

Principalmente los valses, desde mi formación musical temprana ha sido en género más abordado y con el que me siento más a gusto. En segundo lugar las formas de Joropo, y también me atrae muchísimo la música navideña, aunque por su naturaleza de temporada no la abordo todo el año como los demás.

8. ¿Qué instrumentos son fundamentales en su música y qué lo motivó a elegirlos o destacarlos?

Aunque mis inicios musicales fueron en la percusión, por un asunto de necesidad, mi primer instrumento armónico – melódico fue la guitarra y considero que es el que mejor domino. Sin embargo, he encontrado en el cuatro venezolano la misma versatilidad, incluso con más versatilidad y sencillez. Por eso tiendo a enfocarme más en la interpretación y participación del cuatro en mis obras.

9. Desde su experiencia, ¿cuál considera que es el papel de la música tradicional o académica venezolana en la sociedad actual?

Actualmente hay un resurgir de la academización de la música venezolana, que ya había tenido un importante impulso en la obra de Aldemaro Romero en la década  1960-70.

Coincido con Kodály en la importancia de tener al folklore como un pilar de la formación musical porque a la vez se fortalece la identidad nacional y se promueve el conocimiento de la historia, la geografía, las tradiciones, bailas y manifestaciones religiosas del país, que a la larga nos fortalece musical y culturalmente. A partir de ésta base, se puede integrar los fundamentos de la música académica universal y latinoamenricana como una forma de integración regional y ventana de intercambio al mundo: dándonos a conocer desde nuestras raíces musicales, las cuales debemos conocer muy bien.

III. Narración de la Experiencia: Contexto Social, Cultural y Emocional

10. ¿Cómo fue la transmisión o el aprendizaje de la música en su entorno familiar o comunitario? ¿Podría compartir alguna anécdota significativa sobre ese proceso?

Afortunadamente crecí en un entorno musical propicio para desarrollar una cultura musical bastante amplia, aunque mi padre no forzó en ningún momento mi integración a la música al preferir que mis primeros pasos fueran por iniciativa propia. Mi percepción sobre la figura de mi padre siempre fue principalmente esa: mi padre, no mi “profesor de música” y por eso mi formación formal fue un poco tardía, y decidí buscarla por fuera de casa.

Mi abuelo siempre estuvo en contra de la música como forma de vida, y por eso llegó a poner obstáculos, en vano, para que mi papá no fuese músico. La última vez que hablé con él yo tenía catorce años, me dijo con voz enérgica: “Usted va a ir a la universidad y se va a graduar. No se va a poner con esa loquera de la música como su papá”. Cuando me gradué en la universidad me acordé de él: le dediqué mi título en Educación Musical.

11. ¿De qué manera su música se relaciona con las tradiciones o con la vida social de su comunidad o familia?

La principal manifestación musical de mi entorno musical familiar y comunitario es la parranda central: no falta en ninguna Navidad. Palo Negro tiene profundo arraigo en la parranda central, que ha sido tradicionalmente una forma de expresar y compartir las costumbres y actividades del pueblo, su historia, personajes, lugares emblemáticos, humor, anécdotas y hasta protesta política. Aunque suena con más fuerza en las navidades, durante todo el año se escucha y se ha impulsado su apreciación en las nuevas generaciones, mediante iniciativas escolares.

12. A lo largo de su carrera, ¿hubo algún momento o experiencia musical que haya sido especialmente transformadora o significativa para usted, ya sea en lo personal o en lo colectivo?

Considero que dar el paso de músico popular a la formación académica formal, al iniciarme en la teoría musical, la lectura y la armonía. En lo personal fue un avance de nivel muy importante, y me ha dado más herramientas tanto para mi crecimiento musical como para contribuir en la formación musical colectiva y el preservar de las tradiciones.

IV. Reflexión Etnomusicológica 

13. Finalmente, ¿cuál le gustaría que fuera su legado para las nuevas generaciones de músicos venezolanos?

Mediante mi ejemplo de vida demostrar que nunca es tarde para comenzar a aprender a ejecutar un instrumento, y que la música puede ser una diversión, un pasatiempo, un hobby, una distracción, pero también puede una profesión; una profesión tan seria y exigente como cualquier otra, una forma de vida.

14. ¿Qué significa para usted ser músico en Venezuela hoy?

Un gran reto. Por la “situación país”, las artes no son bien valoradas, especialmente porque se priorizan las actividades profesionales y económicas que generen ingresos constantes, estables y que sean “serias”. No se valora que la música provee disfrute y recreación, que para el ser humano es tan valiosa como la alimentación, el descanso y la salud. Es un asunto de percepción cultural, que ser músico no está bien valorado. Hay que tener mucha vocación, entrega y convicción, mucha voluntad para luchar y vivir sus sueños. Pero definitivamente sí, se pueden y vale la pena. De esa forma iremos cambiando esa manera de ver la música, con nuestro ejemplo y los resultados de nuestro trabajo.

15. ¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieren dedicarse a la música tradicional o académica venezolana?

La música venezolana es amplia, muy rica, muy diversa. Puedes aprender muchísimo de cualquier músico, desde en que se sube en la camioneta a compartir su arte, pasando por los músicos de las fiestas populares, hasta los grandes conciertos en los mejores escenarios del país.  Hay que estar abierto a cada género, cada nota, cada instrumento, y aprender lo más que se pueda. No infravalorar la oportunidad de cada experiencia musical: los grandes conocimientos se esconden en las notas más sencillas.