En mi búsqueda de "nuevo" material en la Biblioteca Nacional para canto coral, me encontré con una curiosidad, algo que en otra época seguramente causó un positivo impacto, pero que por lo visto no perduró en el tiempo.
Se trata de un cancionero editado por el Ministerio de Justicia en 1965,
La Dirección de Prisiones contaba con una Asesoría de Educación Integral, la cual además tenía una unidad de Supervisión de Servicios Musicales. ¿Qué tal?
Por lo que puedo inferir al revisar el Cancionero titulado Felices Pascuas y próspero Año Nuevo 1965. los reclusos de todo el pais tenían que, según la tradicional costumbre, entonar con entusiasmo y fervor durante la época decembrina un repertorio de aguinaldos. Y los conjuntos musicales que mejor lo hicieran, recibirían una premiación; posiblemente se hacía un festival donde se presentaban los conjuntos ante un jurado de especialistas. Tal vez cada año, los reclusos se esmeraban en ensayar y afinar el repertorio del cuadernillo, para tener una destacada participación, además de realizar una actividad diferente en el ambiente penitenciario.
Los tiempos han cambiado, y las tradiciones en las cárceles no son las mismas. Pero la música, la buena música y la armonización del mensaje de esperanza y fraternidad en Navidad se mantiene en el tiempo. Lo que en esa época fue entonado por quienes no gozaban de la libertad como derecho, puede ser aprovechado hoy para rescatar los valores culturales navideños venezolanos, cincuenta años después.
-Oh Noche
-No sé, Niño hermoso
-El Niño anunciado
-Es la hermosa noche
-La brillante estrella
-Allá en Belén
-Ya llegó diciembre
-Ya nació Jesús
-El Niño Dios ha nacido
-El Portal